lunes, 19 de enero de 2009

Ana y el aliso



Ahora que tengo la oportunidad de formar parte activa en varios club de lectura, me doy cuenta cuan difícil es la tarea de los escritores y escritoras. La lectura, esa acción proclamada como indispensable en nuestra vida, está sujeta a tantos factores desde sus inicios, hasta el momento en que nos erigimos lector@s. Pero el camino del lector o lectora es largo y no carente de altibajos y grandes o pequeños abismos.
¿Dónde está la importancia de mantenerse en el camino de la lectura? Resulta casi evidente mencionar que social, educativa y laboralmente está mejor mirado ser un buen lector que uno mediocre o nulo, pero es una tarea pendiente, averiguar en qué punto del camino se pierden lectores y lectoras, en qué lugar se apartan o se excluyen aún siendo concientes de todas estas ventajas.
En el club de lectura infantil, ahora somos trece, y de esos trece, incluyéndome, sólo son lectores interesados 5, el resto está en el club, porque sus maestros han creído que participar en el podría despertar su interés por la lectura. Desde luego, mientras ellos y ellas quieran participar no vamos a cerrar nuestras puertas, pero es importante decirlo, pues gran parte de los comentarios que expondré aquí, serán dados desde el punto de vista de esos lectores (que sí lo son, puesto que leen) que no tienen ganas de leer.
Esta aclaración va para aliviar a cualquier visitante, que pueda sentir que la obra tratada, no ha sido valorada o no ha sido comentada con el suficiente interés.
Estamos empezando y los inicios son relativamente duros, pero confío que con el paso de los meses, podamos sentir tod@s entusiasmo ante la idea de la lectura. Para esto, las claves son no forzar y tener mucha paciencia.
Dicho esto, a los comentarios de la primera obra.
Ana y el aliso de Miguel Rayó
En general la lectura les fue muy fácil, adecuada a la edad (entre 10 y 13 años). La trama de novela estaba muy bien planteada, aunque algunos se quedaron en la superficie de la historia y no profundizaron más allá. Surgieron temas como: la amistad, la responsabilidad, el cuidado del medio ambiente, la caza furtiva e indiscriminada, por citar algunos. Los personajes son pocos y están muy definidos. El punto de que la protagonista, Ana, no pudiese hablar y si entendiese todo lo que decía la naturaleza a su alrededor, les llamó muchísimo la atención.
También les pareció interesante la relación entre Ana y el guardabosque, y la profunda preocupación que sintió la niña por la infelicidad de su amigo.
Otra cosa interesante fue la actitud del aliso frente a su entorno y a la niña.
El desenlace es triste y conmovedor, pero también muy esperanzador. Siempre es bueno saber que existe altruismo en el mundo, aunque sea imaginario.

También hubo quién no leyó, o que se quedó en las primeras páginas, o que no gustó de la lectura. A Carlos por ejemplo, que es un pequeño amante de la lectura, le resultó demasiado simple, mientras que Jonathan pasó del libro. Aquellos que lo leyeron completo 7 en total, sabían que la niña padecía de algún trastorno pero no lo identificaron, así fue como el final de la reunión lo dedicamos a hablar del autismo.
Como fue poca la información que repasamos ese día, adjunto a esta entrada sitios de interés informativo. ¡Chicos, chicas! Miren estos sitios.

http://www.psicopedagogia.com/autismo/
http://www.autismo.org.es/AE/default.htm

Hasta aquí llega esta entrada. No diré más, pues tengo la esperanza que mis compañer@s de club, puedan comentar también en este sitio, y porque no quiero que pierda la magia de esta bella lectura cualquier persona que quiera leer el libro.
A título personal, me gustó. Es un tema complicado y está tratado muy adecuadamente y repito, bellamente escrito.
Gracias por visitarnos, pronto El amigo que vino del mar.

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