lunes, 26 de enero de 2009

Sentido y Sensibilidad


El día 15 de enero fui invitada por el Club de lectura juvenil de Olivenza, a participar de su reunión mensual. La razón es muy sencilla, tengo un sueño y es escribir literatura infantil y juvenil y la idea era, de primera voz, saber qué es aquello qué les cautiva de un libro.
Me encontré, para mi sorpresa, con un grupo de 12 asistentes femeninas todas de entre ¿15 a 17?, quienes ya estaban analizando “Sentido y Sensibilidad”.
Por lo que me enteré había un buen numero de asistentes que no había leído la obra entera, por tanto a las monitoras les pareció que una forma de avanzar era dando a cada una de las asistentes una pequeña reseña del libro en cuestión, de los personajes y de la autora. Fue una buena idea para no perderse.
El análisis no tubo desperdicio, punto por punto y en un orden casi insoportable para mí, que soy una eterna desordenada, fueron revisando toda la obra, con moderación de las monitoras y con participación de las asistentes.
No sé si la obra les gustó o no, lo cierto es que me quedé un poco desconcertada. Parecía como si los personajes no les parecieran lo suficientemente interesantes, aunque reconocían perfectamente sus evoluciones y sus características. Y no vi mucho interés en el contexto en que se desarrollaba la obra, es como si, fuese insulsa comparativamente con la realidad actual, pero bien para su época, aunque la misma en si, no fuese muy interesante de comentar. De todos modos esta opinión es muy personal, ya que fue un estar y no estar en la reunión, puesto que no hice preguntas en referencia a su análisis, habría sido como intervenir y no era la idea.
Pero ya les digo, salí alucinada de lo organizadas que son.
Luego pensé en Sentido y Sensibilidad, y en lo mucho que me gustó leerla a los 26; imaginarme aquella época de mujeres contenidas como Eleonor y de mujeres ansiosas de algo más como Marianne, de lo difícil que es ser mujer hoy, cuanto más en esos tiempos, aunque la obra se desarrolla en un país que se preciaba de civilizado, pero bueno, incluso en nuestros días, eso depende del ojo que lo mire.
Comentamos alguna vez en el club de lectura de adultos, que los libros tienen un tiempo y que hay que dárselo. Dentro de los muchos derechos del lector, también está el que a los 16 años un libro no sepa igual que a los 40, por poner un ejemplo, y ese es el tiempo al que me refiero. A veces el libro es maduro, pero el lector no, y eso sólo se sabe leyendo y retomando la lectura con esta espera de por medio. Espero que todas ellas le den una oportunidad más a Sentido y Sensibilidad y a todas las novelas de Jean Austen.
En otro post, hablaré principalmente del análisis de los personajes, no quiero alargarme más en este.

viernes, 23 de enero de 2009

El amigo que vino del mar de Mariano Vara



Nos pareció en un principio que la historia nos iba a atrapar irremediablemente, pero no fue así. Tal vez porque l@s mejores lector@s que tengo quieren libros más complejos, de más acción, con más trama, y los demás lectores quieren sólo comics. El asunto es que no gustó. Y es una lastima porque la novela en sí es interesante, además basada en un hecho real, de muy fácil lectura, pocas páginas…en fin. Concluimos en que para gustos hay colores.
Sólo cuatro la leyeron completa, el resto a trozos y de oídas (¡este trozo está guay!), el resto empezó y no terminó. Parece frustrante comentar un libro de esta forma, pero bueno ¡no es el fin del mundo! No todos los libros serán acogidos de la misma forma, no todos los temas serán igual de atrayentes y decenas de factores más. Lo he comprobado en el club de lectura de adultos que también monitoreo; libros fabulosos han quedado relegados a un “no me gustó”, y por supuesto hay derecho a que no todo tenga que gustar. Así también en el club infantil, existen los mismos derechos, pero vamos a dar razones:
-Me aburrió.
-Era una historia extraña, yo si veo a una foca ¡salgo corriendo! No me hago amigo de ella.
-Iba de un chico gordo y todos se burlaban de él.
-Eso de salvar una foca es muy aburrido, era mejor la guerra que hacía el chico con sus compañeros de clase.
Ahora, otras razones:
-La historia era muy simple
-No me atrae ese tema
-Yo quería más acción
-Está bien, pero es muy lenta.

Como han mencionado el tema, les pido que lo clarifiquen y surge lo del medioambiente. Esto da hilo de conversación, para saber si han leído algo más sobre ello, y responden que sólo textos escolares. Les pregunto si les interesaría leer sobre el tema, tal vez un ensayo o algo así; la respuesta es tajante. No. Pregunto por qué, y dicen que están saturados, que ya se habla demasiado del medioambiente en clases.
Personalmente creo que es un libro muy apropiado para la edad recomendada, de fácil lectura y entendimiento, sin mayores dificultades en la trama y de temática muy visible.

Nuestra reunión concluye, con las posibles lecturas para este nuevo mes. Eso ahora ya está definido, leeremos “Matilda, de Roald Dahl” y veremos la película.
Para este mes tenemos una tarea pendiente ¡“ponerle nombre al club”!

De todos modos, como este es un blog de literatura infantil y juvenil, iré incorporando otras obras literarias, un poco para compartir lo que leen de forma personal l@s integrantes del club y otro poco para estimularles con nuevas posibles lecturas.
Un abrazo y nos estamos leyendo.

lunes, 19 de enero de 2009

Ana y el aliso



Ahora que tengo la oportunidad de formar parte activa en varios club de lectura, me doy cuenta cuan difícil es la tarea de los escritores y escritoras. La lectura, esa acción proclamada como indispensable en nuestra vida, está sujeta a tantos factores desde sus inicios, hasta el momento en que nos erigimos lector@s. Pero el camino del lector o lectora es largo y no carente de altibajos y grandes o pequeños abismos.
¿Dónde está la importancia de mantenerse en el camino de la lectura? Resulta casi evidente mencionar que social, educativa y laboralmente está mejor mirado ser un buen lector que uno mediocre o nulo, pero es una tarea pendiente, averiguar en qué punto del camino se pierden lectores y lectoras, en qué lugar se apartan o se excluyen aún siendo concientes de todas estas ventajas.
En el club de lectura infantil, ahora somos trece, y de esos trece, incluyéndome, sólo son lectores interesados 5, el resto está en el club, porque sus maestros han creído que participar en el podría despertar su interés por la lectura. Desde luego, mientras ellos y ellas quieran participar no vamos a cerrar nuestras puertas, pero es importante decirlo, pues gran parte de los comentarios que expondré aquí, serán dados desde el punto de vista de esos lectores (que sí lo son, puesto que leen) que no tienen ganas de leer.
Esta aclaración va para aliviar a cualquier visitante, que pueda sentir que la obra tratada, no ha sido valorada o no ha sido comentada con el suficiente interés.
Estamos empezando y los inicios son relativamente duros, pero confío que con el paso de los meses, podamos sentir tod@s entusiasmo ante la idea de la lectura. Para esto, las claves son no forzar y tener mucha paciencia.
Dicho esto, a los comentarios de la primera obra.
Ana y el aliso de Miguel Rayó
En general la lectura les fue muy fácil, adecuada a la edad (entre 10 y 13 años). La trama de novela estaba muy bien planteada, aunque algunos se quedaron en la superficie de la historia y no profundizaron más allá. Surgieron temas como: la amistad, la responsabilidad, el cuidado del medio ambiente, la caza furtiva e indiscriminada, por citar algunos. Los personajes son pocos y están muy definidos. El punto de que la protagonista, Ana, no pudiese hablar y si entendiese todo lo que decía la naturaleza a su alrededor, les llamó muchísimo la atención.
También les pareció interesante la relación entre Ana y el guardabosque, y la profunda preocupación que sintió la niña por la infelicidad de su amigo.
Otra cosa interesante fue la actitud del aliso frente a su entorno y a la niña.
El desenlace es triste y conmovedor, pero también muy esperanzador. Siempre es bueno saber que existe altruismo en el mundo, aunque sea imaginario.

También hubo quién no leyó, o que se quedó en las primeras páginas, o que no gustó de la lectura. A Carlos por ejemplo, que es un pequeño amante de la lectura, le resultó demasiado simple, mientras que Jonathan pasó del libro. Aquellos que lo leyeron completo 7 en total, sabían que la niña padecía de algún trastorno pero no lo identificaron, así fue como el final de la reunión lo dedicamos a hablar del autismo.
Como fue poca la información que repasamos ese día, adjunto a esta entrada sitios de interés informativo. ¡Chicos, chicas! Miren estos sitios.

http://www.psicopedagogia.com/autismo/
http://www.autismo.org.es/AE/default.htm

Hasta aquí llega esta entrada. No diré más, pues tengo la esperanza que mis compañer@s de club, puedan comentar también en este sitio, y porque no quiero que pierda la magia de esta bella lectura cualquier persona que quiera leer el libro.
A título personal, me gustó. Es un tema complicado y está tratado muy adecuadamente y repito, bellamente escrito.
Gracias por visitarnos, pronto El amigo que vino del mar.

jueves, 15 de enero de 2009

Presentación

Aquí, estamos y es difícil romper el hielo, como en una primera cita. Y entre los nervios de esta primera vez, ante la loca idea de hablar de literatura infantil y juvenil, no desde mi visión, más bien de la que comparto más o menos cada quince días con l@s integrantes del Club de lectura infantil de la Biblioteca Pública de Olivenza. Aún así no es fácil, porque mi idea es transmitir sus comentarios, sus ideas, sus inquietudes, en definitiva, el resultado del abrazo a este amigo libro.
Quiero empezar dedicando unas palabras a la autora de la magnifica ilustración que tenemos en portada “Leyendo”. Su nombre es Mónica Pironio, es una ilustradora argentina de gran prestigio en su medio, y que ha dedicado gran parte de su vida a la ilustración infantil y juvenil. Pueden saber más de ella y ver algunas de sus obras en el siguiente enlace: http://www.imaginaria.com.ar/?p=707
Le agradecemos desde aquí a Mónica por permitirnos utilizar esta imagen tan decidora y por interesarse en nuestro trabajo y ofrecernos su colaboración.

Llevamos algo más de un mes de andanzas por el camino de la literatura infantil y juvenil (hay obras que aún no están bien definidas), con mis amig@s del club y en este recorrido hemos leído Ana y el aliso de Miguel Rayó y El amigo que vino del mar de Mariano Vara, que por cierto vamos a comentar en la reunión de esta tarde.
Así es que las próximas entradas irán de estos dos libros, y prometo será muy pronto.
Gracias por vuestra visita.